Somos una empresa familiar que desde hace ya más de 40 años estamos en la zona intentando acompañar y asistir a amigos y clientes en esto que es tan lindo y natural para nosotros. Todo esto hizo que desde Don Alberto Lamarque, su hijo Alberto, y hoy sus nietos y prontos sus bisnietos estemos dedicados a una vida de familia y servicio en está hermosa ciudad que hemos elegido para crecer de la forma más orgánica y consciente posible.
Creemos que el éxito de la arquitectura como en la vida misma está en desarrollarnos y convertirnos en expertos balanceando las emociones y la razón. Es notable observar como en lo cotidiano, en toda la creación, los mismos principios se repiten una y otra vez. Los principios fundamentales de la creación, la masculina y la femenina, la razón y la emoción, la forma y la función transforman las energías y nos ayudan a trabajar conscientemente siendo capaces de observar la metafísica que hay detrás de la cotidianeidad. Muy lejos de discriminar entre una u otra; nuestras motivaciones, nuestra fe, nos permiten apreciar que el verdadero éxito está en un eterno matrimonio entre la ciencia y el arte, ambos necesarios para balancear estos principios fundamentales de la creación universal. Todo esto que parece ser aparentemente superficial, es el pivote central de nuestra conciencia de equipo a la hora de diseñar un hábitat que sea capaz de albergar un estilo de vida saludable y duradero. En la facultad de arquitectura somos entrenados para desarrollar técnicas y proyectos, para manipular con éxito elementos que den como resultado la construcción de una casa en seis u ocho meses, pero no a construir un hábitat que posea la capacidad de crear y preservar la adecuada energía positiva que se necesita para forjar vínculos profundos, genuinos y verdaderos entre sus moradores. Nuestro filosofía de vida es nuestra filosofía de trabajo, en Constructora Lamarque No amamos lo que hacemos sino que hacemos lo que amamos y por eso no sólo deseamos poder realizar proyectos reales, sino también, lo más difícil, crear relaciones que duren en el tiempo, edificando construcciones que sean espacios de bienestar y prosperidad para el hombre y la mujer nueva del siglo XXI. Al margen de las técnicas que uno puede aprender en la facultad que no nos dan más que la posibilidad de manipular elementos para realizar una casa en Seis u ocho meses, que no es gran cosa, también nos interesa, y creemos que es necesario aprender cómo funciona esta.